
Dice un sabio proverbio que no es bueno comer mucha miel, ni el buscar la propia gloria es gloria. Hoy día, sin embargo, son muchos los que buscan su propia gloria —éxito, lo llaman—; especialmente los jóvenes, pero no sólo. Y es un fenómeno sociológico digno de estudio. ¿Por qué esas ansias? ¿A qué ese afán? ¿Por mímesis, que diría Aristóteles? ¿Emulación? ¿Anhelo de fama y/o de riquezas?
Valores y enfoques un tanto contradictorios al menos. Parece que nunca es bueno buscar la propia honra o gloria. Si ha de venir que venga por sí misma. Como una consecuencia natural y no como un triste sucedáneo o un mórbido artificio. Alábete otro y no tu propia boca (otro proverbio). Pues eso.

Retratos es un libro de poemas que, a modo de pictóricos lienzos, eternizan el momento pasajero. En él se disecciona, metafóricamente, una sucesión de instantes congelados por siempre sobre el tiempo. Pequeños retazos en remembranza de fugaces sombras preteridas

Un gran despliegue de relatos poliédricos que sorprenderá gratamente
a los lectores. Un ejercicio de talento literario e imaginación sin límite
alguno. Una vez que comience por el primero no podrá parar.
